jueves, 18 de abril de 2013

Pelirroja. Capitulo 1.


Corría el año de mi 1959, en la ciudad de San Francisco. Una ciudad muy emprendedora para su época. El calor azotaba a la ciudad, pero ese día muchas cosas  pasarían muchas  en la vida de Travis Ridge Jr. Nacido en San Diego, se había mudado a los 19 años a San Francisco. Su pasado es simple.  Salió de la secundaria por problemas emocionales. Antes de salir, Adam, su mejor amigo, le recordó que la vida hay que vivirla no solo, sino compartiéndola con aquellos que mas se quiere. Ese día Travis partiría a San José. El Creyó que sus problemas quedarían saldados pero no fue así.
Se dirigió a la estación de trenes de San Francisco, llevaba su traje marrón con  su corbata a cuadros. Sus 29 años no hacían efecto en la vejez de su cara. Alto de cabello negro, peculiar pero de gran animo. Al llegar le dijo con voz grave al vendedor:

-          -  ¡He! Amigo, un ticket para San José
-         -   ¿Y usted quien se cree?
-   - No me creo nada… Mi Nombre es Travis ridge, gerente de Industrias Mc Connors. Futuro        gobernador de San Francisco.
-         -  ¿Ahh? ¡Que yo sepa aun no es nada, así que mas respeto señor!

Tomó su ticket furioso y se dirigió inmediatamente al vagón del tren. A primera vista notó muy adelante su muy querido tío Andy Mc Connors, un viejo regordete de algunos 74 años de edad. Se dirigía a Los Ángeles para inaugurar su nueva franquicia de Café. Todos en San Francisco conocían Coffé & Cookies, una pequeña porción de las Industrias Mc Connors.


Se sentaron a hablar por un largo rato, mientras el tren arrancaba de la estación. Cuando muy rápido subió al vagón una pelirroja, delgada, de piel clara, ojos castaños y de cara muy suave. A simple vista cualquiera diría que es la chica de sus sueños, pero años atrás Travis se había enamorado perdidamente de ella. Su Nombre, Mary Banks, de un año menor a él, tuvo una gran amistad con Travis, hasta que llego ese día.
Enseguida se sentó unos puestos mas adelante. Travis la observaba mientras Andy seguía hablando de cuando apenas era un granjero en Wisconsin. Mark se levantó y con un nudo en la garganta se dirigía hacia ella. Pero algo se lo impido y se devolvió a su asiento. Enseguida una voz conocida le ordenó.

 - ¿Qué demonios haces sentado?

Enseguida Travis se levantó, al verle el rostro, era Adam, que venía en el mismo tren. Se alegró al verlo por que días antes, Adam le había dicho que iba a viajar a Venecia, a construir un puente para el gobernador, Giarberto Di Carlo.

-          -  ¿Qué? ¿Qué? ¿Haces aquí?
-         -   Te dije que no te dejaría con tus problemas.
-         -   ¿Pero, tu trabajo, lo perderás?
-         -   Eso puede esperar Travis. Ahora ve y habla con ella.
-         -   Pero ¿Qué se supone que le diré? Cada vez que me encuentro con su mirada me quedo sin habla.
-        - Tan solo ve amigo, sonríe y salúdala. Apuesto que al pasar tanto tiempo se sorprenderá de verte,     ¡anda! antes que el rubio de la barra ataque antes, la está viendo mucho.

Eso fue más que suficiente para hacer que Travis reaccionara. Levantándose, con las manos ligeramente sudadas se encamino hacia la mesa de Mary con una nerviosa sonrisa.

-         -   Ho…Hola Mary, ¿Me recuerdas?
-         -   Oh mi dios, ¿Travis? –Pregunto con un brillo en la mirada-

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