sábado, 29 de junio de 2013

Soul

De vez en cuando caminaba sin mirar a donde iba y es que, ¿para que preocuparme a donde ir? todo aquello que esperaba encontrar al final de un camino conocido opto por desaparecer de una buena vez. A veces me pregunto que tendrán en la mente las personas en cada paso... sus preocupaciones económicas y materialistas, mentes vacías e inconformes con lo que tienen porque siempre terminaran queriendo mas. ¿Por que caminan con avidez hacia un lugar repleto de mas problemas? Esta claro que hay enfrentarse a todos los problemas que se te presentan en la vida pero, por mi parte, creo que la persona que dijo eso por primera vez no se quiso referir específicamente a tu vida común y cotidiana

¿Habéis sentido una vez la nada? Quizás nadie lo haya echo hasta ahora, siempre terminan sintiendo algo por mucho que deseen no hacerlo. Desespero. Dolor. Odio.
¿Que tan difícil puede resultar apagar tu humanidad? eso seria quedarte sin alma...

¿Alguna vez se han sentido sin alma? sin sentir nada, sin pensar en nada, sin que te importe absolutamente nada ni nadie, que los recuerdos no sean armas mortales y la nostalgia no sea mas que una simple palabra. Suena bien ¿Verdad? pues así termino mi cuerpo. Sin alma.

miércoles, 5 de junio de 2013

Entre Miradas y Sonrisas. Capitulo 3.

La verdad es que recuerdo vagamente ese momento, ese primer beso… Odio que los recuerdos se vayan con el paso del tiempo, pero en mi caso ese “tiempo” suele ser mucho más corto que el de los demás. El psiquiatra que solía visitar hacer años había dicho que lo que tenía podía resultar ser un tipo de mecanismo de defensa que creo mi mente luego de aquel accidente (del cual no tengo ningún recuerdo en mí pero, al pensar en ello todos los músculos de mi cuerpo se tensan y me paralizan con una intensidad indescriptible) antes de que desapareciera sin dejar rastro… el tipo parecía estar más loco que todos sus pacientes juntos, me caía realmente bien, apartando el hecho de que me obligaba a tomar pastillas tranquilizantes para evitar los “ataques de ansiedad oprimida” que tengo al recordar la nada, esa laguna que hay en mi mente… ¿Qué estaba diciendo? ¡Ah! Claro, aquel beso –suspira- no recuerdo casi nada de eso porque el rostro que portaba esos exquisitos labios simplemente desapareció de mi mente junto con todo lo que sentí o pensé al besarla… ¿Cuánto tiempo iba a pasar hasta que regresaran esos recuerdos a mi mente? ¿Qué había pasado después de besarla tan atrevidamente? Mis mejillas no me duelen así que no he recibido ninguna bofetada; al despertar mi mente no pasa de querer borrar todo aquello que yace recientemente en mi memoria, y lo logra, solo que el efecto no es permanente pero… al pasar los días, últimamente se ha…

  —  ¡Hey, Danny!  ¿Ya despertaste? SI NO, VOY A SUBIR A CUBRIRTE CON AGUA ¿EH?

La irritada voz llegaba desde el balcón, pero sonaba lejana, me dirigí para ver quién era, aun me sentía un poco aturdido y tenía un sabor metálico en la garganta… no lograba recordar absolutamente nada, ¿Cuánto más iba a tardar? Al verme, al principio aquel hombre frunció el ceño pero cuando vio mi confusión su expresión paso a ser más… piadosa.

   ¡Subiré, está pendiente de la puerta!

Luego, antes de encaminarse a la entrada del pequeño edificio, me pareció que murmuraba “Me has olvidado de nuevo ¿eh?”, resulto un gesto sumamente triste. En un instante estaba llamando en la puerta, no sé porque razón abrí sin conocerlo, pero su presencia me inspiraba mucha confianza.

     Esto… Hola, ¿Cómo se encuentra tu mente hoy?
     ¿Mi mente?... muy confundida y relativamente vacía ¿Quién eres?
     Idiota, me molesta que olvides al tipo que te ha salvado el trasero tantas veces.
     Lo siento… pero de verdad no logro recordar nada sobre ti.
     ¿Cuál es el último recuerdo que tienes?

Hasta ese momento no me había puesto a ver dentro de mi mente buscando un recuerdo estable, solo se repetía aquella borrosa imagen, besando a un rostro irreconocible.

     Estoy saliendo de un hospital, de noche… algo mareado.
     Eso fue ya hace ocho años, aun no nos conocíamos así que… por los momentos, me  llamo Alexander y es un placer volver a conocerte idiota. Ah ¡mira la hora! comprendo que lo hayas olvidado casi todo pero, no podemos perder más tiempo tenemos que ir a trabajar así que anda y vístete, en el transcurso del día recordaras todo de nuevo, como siempre…

Su voz se apagó en la última palabra, como si ocultara mil secretos tras ella. ¿Qué podía saber aquel hombre sobre lo que me pasaba? ¿Cómo sabia tanto de mí? No me preocupe mucho en el asunto… de antemano sabía que todo vendría a mi mente de un momento a otro, pero no podía dejar de pensar en aquel beso… no podía dejar de preguntarme quien era esa persona.


Al salir de la editorial, en la tarde,  Alexander me explico todo lo que había dicho aquella irritante y obstinada persona que nos gritaba dándonos órdenes, como si fuéramos esclavos. Pregunto acerca de mi memoria, le dije que aun nada estaba claro pero poco a poco recordaba los ratos infernales que pasaba en esa editorial junto a él que, de una manera extraña, me resultaban sumamente graciosos.

     Ese tipo le falta que le den en la cama, se nota que al pobre lo rechazan cada diez minutos y no las culpo, el tipo es un ogro color carne.


Me despedí de él y entre a mi apartamento, dijo que no saliera hasta que recordara lo suficiente para salir y no perderme en el intento de ir por pan o alguna estupidez como aquella. Me fui a la cama a eso de las 10 de la noche, leyendo “Orgullo y Prejuicio” para conciliar el sueño.

En una hora ya estaba inconsciente… en mis sueños no dejaba de repetirse un nombre… “Violet, Violet, Violet, Violet…” un susurro incesable me rodeaba y la verdad,  no me quejaba... amaba ese nombre.